Extremadura es la comunidad con mayor producción de cerdo ibérico, ambiente al 50%. Es en la dehesa extremeña donde se nucléa esta producción. Con una extensión de 2,2 millones de hectáreas, es un ecosistema único para la cría del cerdo ibérico y entre los mucho más singulares y conocidos de la península Ibérica. Su tiempo y peculiaridades convierten esta zona en una explotación única.
El porc negre mallorquí se nucléa en la isla de Mallorca, siendo primordial su certamen en la sobrasada, como ejemplariza la empresa Perro Company. El cerdo celta es de piel rosácea, largo, alto y propio de Galicia. Pero no es una cuestión tan excesivamente actualizada, ni el consumo de carne se multiplica exponencialmente ya en el pasado siglo. “En los siglos XVII y XVIII se incrementa la demanda del consumo de carne, que da el sitio al comienzo de las tácticas de avance de cría moderna”, comentaba a lo largo de su ponencia en el III Foro de discusión del Ibérico, celebrado en Salamanca a fines de septiembre.
Los rincones donde los cerdos ibéricos viven en libertad se nombran “dehesas” y corresponden a unas hectáreas de lote donde se dan las condiciones favorables a fin de que el cerdo viva en independencia a lo largo de los meses de otoño e invierno. Las dehesas se ubican en Extremadura, Salamanca y Andalucía, donde está la bellota, el fruto del que se alimentan los cerdos ibéricos y da sitio al famoso “jamón ibérico de bellota”. El cerdo ibérico es animal de raza porcina, el nombre también se aplica a las variedades pertenecientes a eso que se conoce como “tronco ibérico” en las que se incluyen razas negras y coloradas, lampiñas o con pelo. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Nutrición de España, manifiesta que el origen del cerdo ibérico procede del cruce de “Sus Scrofa ferus” con “Sus Mediterraneus”. La raza ibérica incluye variedades raciales con especificaciones propias tanto ajenas como genéticas. Raíces, bellotas, yerba y pienso constituyen la alimentación del cerdo ibérico, del que se debe diferenciar el 100% ibérico de bellota de los que tienen etiqueta blanca, verde o roja.
Información Sobre La Raza
Los que coloquialmente se los conoce como “jamones de pata negra”. Cerdo de recebo.- Igual que el cerdo ibérico de bellota, pero su alimentación se complementa con piensos naturales autorizados. Otra característica del cerdo ibérico, es que sus últimos meses devida los pasa en independencia, comiendo bellotas y pastos naturales en las dehesas arboladas de encinas, alcornoques y quejigos. Es lo que se conoce como la montanera y tiene rincón entre los meses de octubre a marzo, que es cuando la bellota madura y cae al suelo, a fin de que los cerdos la coman.
No obstante, el mucho más emblemático de nuestros cochinos tiene una abundante parentela por toda la geografía española (incluso la insular, y también en nuestros vecinos portugueses, donde el porco negro -igual que el ibérico- campa a sus anchas). Se aplicarán las designaciones y etiquetas de la nueva norma en todos los artículos que se comercialicen, a partir del 1 de marzo de 2014. Seguir comercializando los productos hasta fin de existencias, según los requisitos de la regla antigua.
Ibérico Lampiño
Jamones de raza ibérica, pero alimentados de pienso y pastos naturales. También alimentados de bellota y elementos naturales de la dehesa, pero de una raza de cerdo menos ibérica, un 75% o 50%. Los cerdos tienen un tamaño mediano, la piel es de color negro con una tonalidad pizarra. Tiene las patas cortas y finas, la cabeza es de tamaño mediano con orejas no muy grandes y están inclinadas hacia delante. Tiene en la parte de abajo del cuello unas mamellas de importante tamaño. Ya nuevamente en la península debemos charlar de otros nombres que no están recogidos por Feagas o por el Mapama, pero que pequeños productores ponen en el mapa.
Y después están los 50% ibéricos, en los que solo el padre o la madre es ibérico. Los animales de esta raza porcina tienen una coloración roja. La carne de esta raza tiene una enorme infiltración de grasa, lo que deja obtener una carne de alta definición. Saltando de la península de nuevo, debemos llevar a cabo un prominente en Canarias, donde los cerdos llegaron hace unos 2.500 años con los primeros pobladores de las islas. Charlamos de un cerdo muy parecido al ibérico, también negro, de patas cortas y finas, que acostumbra aprovecharse tanto en lechones como en cerdo adulto.
“Son razas menos prolíficas, que dan menos lechones por cerda y por año. Además, crecen menos, así que cuestan más dinero”, agregaba Juan María García-Casco. “La clave es que son animales de gran rusticidad, por eso una de sus virtudes era que se nutrían del aprovechamiento del suelo”, incidía. Los nuevos tiempos demandan quilómetro cero, calidad, defensa del producto local y fijar la población al medio rural, pero las premisas de hoy no son exactamente las mismas que las de hace cinco o seis décadas. Por eso, en ese impasse en los que los cerdos autóctonos pasaban a peor vida, se multiplicaban las cabañas de cerdos mejorantes.
Acepto la política de intimidad y acepto recibir publicidad o información promocional de GRUPO ENRIQUE TOMÁS. La variedad mucho más utilizada en el mundo del jamón es la Retinta o Colorada que, además de ser realmente fecunda, deja un mayor rendimiento de las piezas de jamón. XX la hegemonía de la raza fue total, luego el censo fue menguando a consecuencia de la introducción de otras razas porcinas en las islas.
Fue uno de los animales domésticos que primero se establecieron en las Islas Baleares. Los cerdos de la raza Landrace son los mucho más utilizados para los cruces industriales para su uso en el mercado domestico y de restauración. El origen es USA, los primeros registros son del s.
Por norma general son cerdos largos, con cabezas enormes, orejas asimismo de gran tamaño y por norma general largas y caídas sobre la cara. Se dio rincón de este modo a un campo donde las razas foráneas llegaron como “solución para alimentar a mucho más población con menos elementos”, enseña Juan María García Casco, investigador en el Centro de I+D del cerdo ibérico . Tanto en las piezas decolor rojo, verde o blancolos comercializadores van a deber detallar elporcentaje de raza ibéricaque contiene el producto, que será al menos ibérico en un 50%. En la producción de jamón ibérico no solo es importante la raza , sino más bien también el desarrollo de cría del animal donde interviene el sitio donde habita y su dieta. Físicamente hablando, estos animales muestran una cabeza bien proporcionada y un hocico puntiagudo, a diferencia de otro tipo de cerdos, el ibérico tiene un cuello potente, la papada caída, las orejas de tamaño mediano en forma de visera y un amplio vientre.
El jamón ibérico de bellota cien%, el jamón ibérico de bellota 50%, el jamón ibérico de campo y el jamón de cebo 50% ibérico. La primera clasificación de cerdos ibéricos se hace según su raza. Por una parte están los cerdos cien% ibéricos, nacidos de 2 cerdos que también son 100% ibéricos. Después el 75% ibérico, si es nacido de uno 100% ibérico y de otro al 50%.
Guía Para Saber Los Tipos De Cerdo Ibérico: Del Pata Negra Al Ibérico A Secas
El cerdo ibérico es una especie única con características genéticas que lo distinguen del resto de animales de la misma especie. Son predominantes en la Península Ibérica, compartida entre España y Portugal, y son animales valoradísimos en el ámbito gastronómico ya que merced a ellos se produce el popular jamón ibérico y diferentes tipos de embutidos ibéricos. Cerdos cien% ibéricos alimentados con bellota además de otros elementos naturales de la dehesa.
En términos productivos, el lampiño es una raza poco evolucionada, por lo que su ritmo de desarrollo hasta alcanzar la edad adulta es mucho más lento que en la situacion de otras variedades de ibérico. Además, su índice de conversión es del mismo modo menor, requiriendo más alimento para generar un kilo de carne, y el número de ejemplares nacidos por camada es asimismo inferior al de otras razas de ibérico. Todo ello provoca que los costos de cría y producción sean mucho más superiores. No obstante, su aptitud genética de adipogénesis le permite acumular grasa de calidad (ácido oléico y linoléico), lo que adjudica un enorme valor gastronómico a su carne.