La animada Hoz de Jaca supondría el último esfuerzo antes de afrontar Biescas y llanear rápidamente hasta Sabiñánigo. El pasado sábado 18 de junio, el exciclista Joseba Beloki, honrado en esta edición, abría la Chainreactioncycles.com Quebrantahuesos 2016, con el dorsal 1 a la espalda y adjuntado con otro mito del ciclismo español como esMiguel Indurain. Tras ellos, un pelotón de una cantidad enorme de cicloturistas encaraba un paseo de 200 km con cuatro puertos de montaña a través del Pirineo aragonés y francés. 5 horas y 32 minutos más tarde llegaba el primer corredor de la Quebrantahuesos, Imanol Arizmendi, acompañado de Haimar Zubeldia y seguidos, 2 minutos después, por Darío Gadeo.
La encuentro más atlética y indudablemente ahora ha dejado por el camino los kilogramos que le sobraban. Ya transporta culotte corto, exponiendo sus lindas piernas que empiezan a estar ahora bastante morenas. Aún va con maillot largo. En las bajadas aún hace fresquito. Cambió sus lentes transparentes por otras oscuras. El sol empieza a pegar.
Entre las ascensiones mucho más duras que se tienen la posibilidad de realizar en bici en esta bella tierra. Pero este término puede ser muy relativo ya que esto no le impide ofrecer a cicloturistas de diferente pelaje, desde duras cumbres para escalar y probarse en sus severas cuestas, hasta rutas junto a playas de aguas tranquilas para pedalear y rodar con calma. Hoy mi «amiga», del que ignoro su nombre, va muy sosegada sobre su blanca y reluciente bici. Seguro que unos días antes de salir le dió un buen repaso, engrasándola y limpiándola.
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Los árboles empiezan a vestirse de verde y escucho el interesante sonido del canto de las golondrinas revoloteando en torno a mi casa. Es una bonita mañana de abril con el cielo totalmente despejado. Sopla una ligera brisa y en el campo que tengo delante de casa ahora florecen las amapolas.
Veo su cara, asimismo ya morenita y se ha soltado un poco su corta melena. Es muy guapa, la realidad, y la veo muy en forma. Va por faena y muy concentrada. Apenas el día de hoy se fija en mí. Terminaba de ganar en Hautacam, tras culminar una extendida fuga de 150 km, una gesta que parecía irrealizable en un genuino etapón pirenaico con Marie Blanque, Aubisque y Soulor antes del coloso final.
Previsión Meteorológica De La Aemet Para Qh 2019
La del sábado va a ser mi vigesimoquinta vez. Y la he hecho de todas y cada una de las formas posibles. La marcha cicloturista Quebrantahuesos volvió este sábado a Sabiñánigo tras tres meses de espera y tras tener que postergarse por la ola de calor que sucedió en el primer mes del verano.
Se habrá tomado su merecido mes de descanso, pero como es frecuente en ella, hoy es el primer sábado después de las fiestas y seguro que el día de hoy la veo. Siempre y en todo momento inicia su temporada en esta fecha realizando este recorrido ascendiendo este pequeño prominente donde yo vivo. Como gran anécdota, recuerdo mi primera ascensión. Sus primeros km decepcionaron un poco a los que me acompañaban (“¿O sea el terrible Marie Blanque? Esto no amedrenta a absolutamente nadie”) Y que incluso subían a plato esos suaves primeros desniveles.
Qué equivocados estaban, cuando de súbito se toparon con el muro, la conocida recta infernal de 4 km al 12%, que muchos encaramos totalmente atrancados, otros realizando eses o bien andando con la bici en la mano. Pero también había que pedalear con cuidado, no sea que a alguna de estas bestias le diese por echar una cabezada en mitad de la carretera. Algo frecuente y peligroso, puesto que podías encontrar una durmiendo en la mitad del túnel, único ubicación llano donde tienen la posibilidad de hacer. Fue lo que yo sentí cuando lo ascendí por primera vez en julio de 2013, como en el momento en que Nairo explotó en la grande boucle. Aquel año, aquel verano en el Tour. Se encontraba fuerte aquella temporada y quizás haya sido una de mis mejores ascensiones a un enorme puerto, a todo un hors catégorie, donde yo encontré mi mejor golpe de pedal en entre los escenarios mucho más espectaculares que yo logre recordar.
El clima ha ayudado y las fuerzas también”, ha señalado Imanol Arizmendi. Aparte de la predicción en formato texto, más accesible, se muestra información gráfica con mapas de viento y altura de oleaje con animación de imágenes. Prudencia en el descenso y buen retorno, nuevamente, al mar. Parque Natural de la Peña Cabarga.
Por eso, la recomendación es tranquilidad, buen ritmo y no forzar mucho, estirar piernas en el descansillo, y enfrentar con cabeza y piñón grande la pendiente que se nos vendrá encima con una empinada rampa de 200 metros al 22% de desnivel que se nos va a hacer eterna. No sé no si me vió o ha intuido que se encontraba ahí asomado como siempre y en todo momento. Creo que el día de hoy ha debido subir muy rápido, ha coronado, puso plato y se ha publicado como una posesa hacia abajo.
Imanol Arizmendi Se Hace Con Una Quebrantahuesos Con Más De De 3500 Corredores
Aquel día Ochoa se realizó con el maillot de lunares rojos que sostuvo a lo largo de cuatro días seguidos. Otra etapa recordada, pero por triste motivo, fue la del año 1995 (5º Tour de Indurain), donde los corredores neutralizaron el recorrido y subieron todos en pelotón en homenaje a Fabio Casartelli, fallecido el día previo, como todos recordaréis. “Sabíamos que era viable que nos mojáramos, pero la realidad que el tiempo nos ha respetado todo el día, no nos hemos mojado ni en Francia.
La luz del sol me despierta. Me hago el café y me asomo veloz a la ventana. Hace un fresco agradable.
Col De Marie-blanque
Este último iba solo a lo largo de gran parte del recorrido, pero a los 4 km de llegar a Sabiñánigo, sus fuerzas flaquearon por el gran esfuerzo y permitieron adelantar a los dos primeros. La XXXI edición de la marcha Cicloturista Ibercaja Quebrantahuesos by TotalEnergies se pudo celebrar por fin con buen tiempo, con frío en cotas altas centrado en el puerto de Marieblanque, pero con nubes bajas y en algunos tramos hasta sorprendió el sol. Una previsión bastante superior de la aguardada. Ayer por la tarde se activó el plan de seguridad por frío, con la preparación de sobra cobijos para que los ciclistas tengan la posibilidad de resguardarse en el caso de precisarlo. Recobrando fuerzas, utilizando un pequeño rellano entre agradecidas sombras de hayas, a mitad de puerto y al salir de aquel bosque, es en el momento en que pude contemplar hasta dónde debía llegar. Vistas increíbles de la cima del puerto de Pailhères, donde aún quedaban rastros de nieve en sus laderas rodeadas de verdes prados.