Ortoguilla

Es un entrante o temtempié muy propio de Andalucía (más que nada de Cádiz). En el momento en que se encuentre bien caliente, añadiremos la ortiguilla de mar y procederemos a retirarlas en el momento en que estén bien doradas sobre un papel de cocina, ya que de esta forma absorberá el aceite sobrante. La ortiguilla de mar es una anémona marina que se fija a las rocas del fondo de mar o en arrecifes de colar, donde se alimenta de pequeños invertebrados, peces o crustáceos. Aunque no es una especia amenazada ni protegida, su pesca está regulada en Andalucía gracias a su interés gastronómico. La ortiga de mar es una anémona marina del grupo de los celentéreos que se consume como marisco. Si bien ciertos tienen la posibilidad de tener dudas sobre si es un animal o una planta, la verdad es que pertenece al reino animal de la clase de los antozoos, exactamente la misma los corales y las plumas de mar.

ortoguilla

El rebozado consigue el contraste de sus crocantes tentáculos por fuera, con el delicioso sabor marino de su interior. La ortiguilla de mar, considerada una anémona que se ha convertido en marisco, ha pasadode ser un alimento que en tiempos de la postguerra española palió el hambre a ocupar un justo sitio en la gastronomía. Aunque es un producto poco popular en Cantabria, en el sur de España es muy habitual al estar relacionado con su cultura culinaria.

Cantabria Dmoda

Hablamos de las anémonas, mucho más conocidas como “ortiguillas” u “ortiguillas de mar” que podrían enmarcarse dentro del grupo del marisco. Como digo se trata de un alimento inusual, poco frecuente y poco popular en otras zonas diferentes de donde es habitual su consumo. Las anémonas pertenecen la familia de los actínidos y la anémona común es aquella que frecuenta usarse como alimento. Los tentáculos de esta especie son urticantes y de ahí su nombre por la característica urticante de las conocidas ortigas, no obstante esta circunstancia. Una vez en el plato no dejan indiferentes a los comensales y pasan por ser entre los mordiscos mucho más deliciosos de esos modelos del mar.

En la carta del establecimiento figuraban ya las ortiguillas fritas, una especialidad que Alejandro había visto llevar a cabo a los pescadores. La presencia de las ortiguillas en el recetario habitual se marcha ratificando durante toda la costa. Pepe Melero, dueño del lugar de comidas El Campero, uno de los locales referencia en este producto, confirma también que son algo “de lo de siempre aquí”. Recuerda que en los años 60 había un bar llamado “El Holandés” que era famoso por hacerlas fritas. Lo frecuente es comer las ortiguillas en fritura, pero asimismo se organizan unas exquisitas tortillitas (como las de camarón, pero con ortiguillas troceadas) y unos espléndidos revueltos.

Acostumbran a servirse de manera habitual en la costa gaditana o malagueña, sobre todo en temporadas de verano cuando se piden en los sitios de comidas surtidos de pescado frito. Aunque su precio es bastante alto y su pinta, a primer aspecto, no entra por los ojos, es uno de los platos mucho más propios de Cádiz. En verdad, en épocas de apetito, las ortiguillas fueron un alimento bastante frecuente en las costas. Como ves, se trata de un alimento diferente y exótico muy querido en las costas mediterráneas, gracias a que durante la historia la ortiga de mar ha ayudado a combatir el hambre. Tal es así que, va a ser bien visto siempre y en todo momento ir a Cádiz o Cerdeña y pedir unas ortiguillas fritas como temtempié o plato principal combinadas con un buen arroz o mariscos variados. Lo habitual, ideal y más recomendado si es la primera oportunidad que pruebas las ortiguillas es enharinarlas y freírlas en abundante aceite muy caliente.

Se Cogen Con Una Especie De Tenedor

Entonces se envasan y ahora están preparados para comercializarse. El producto, congelado, resiste 18 meses en perfectas condiciones. De cualquier manera, para las personas que no están acostumbradas, tiene una textura un poco difícil¿un poco viscosa, para la gente que no las ha probado nunca, os puedo decir que su sabor recuerda un poco a las algas. Semejan croquetas de espinacas por ese tono verdoso, pero con pleno sabor a mar. La ortiguilla tiene un enorme similar con las algas pero en realidad es un animal, una extraña delicatessen marina cubierta de pequeños tentáculos de puntas rosadas y colores liláceos. Se fija fuertemente a las costas rocosas y se desplaza con el vaivén de las olas.

Las ortiguillas se someten a una fritura a alta temperatura por un leve tiempo. Así la parte interior queda cuidada por la crocante cobertura que se ha producido con la harina y los tentáculos que rodean al cuerpo del animal, de carne melosa. Realizado el desarrollo de fritura, el producto pasa de manera directa a unos abatidores de temperatura que lo congelan en escaso tiempo.

España

Patrizia Aymerich Periodista y gestora cultural, una apasionada por la gastronomía, las letras y la civilización. Da igual lo que pase, drama o catástrofe, el instante perfecto siempre es con un libro, un buen vino y un plato que perdure en la memoria. Guardar mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente. En el restaurante Los Corrales de Chipiona las sirven con huevos, cebolla y unas rebanás de pan frito como guarnición. Las ortiguillas que se consumen en la provincia de Cádiz no solo vienen del Campo de Gibraltar.

Era el sustento de muchos pescadores y familias costeras durante la posguerra, en tanto que su textura y su potente gusto a mar, no era apreciado por la mayor parte de la sociedad. No obstante, en los últimos tiempos, su demanda se ha aumentado traspasando las fronteras provinciales y los hogares llegando a los restaurantes de más alta cocina. A la vista nos tienen la posibilidad de ser extrañas pues son verdes y moradas con pequeños tentáculos que bailan pero la realidad es que son una delicia de textura cremosa y sabor potente.

Otra región de gran tradición en su atrapa es la de Chipiona y sus dos poblaciones cercanas Sanlúcar y Rota. En este vídeo de la colección «Cádiz en Salsa» realizado por la Diputación de Cádiz se detalla como se capturan las ortiguillas y asimismo como se limpian y organizan.

Ortiga De Mar: Qué Es, Usos En La Cocina Y Precauciones De Esta Anémona Comestible

Su reproducción es muy curiosa ya que lo hacen de varias maneras, tanto de manera asexuada como hermafrodita, o sea sin precisar que intervenga más de un ejemplar. En el mar son realmente bonitas y de vistosos colores, aunque ya en tierra pierden. Camacho apunta que su atrapa está muy controlada por la Junta de Andalucía que reguló su marisqueo en 2003. Este mariscador señala que este hecho fue muy positivo puesto que acabó con una temporada de “alegalidad donde se cogían pero no había ningún género de control”. Cada mariscador puede coger cada día un máximo de 24 kilogramos de ortiguillas.

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En cuanto al origen del consumo de las ortiguillas, varios investigadores de las costumbres de la provincia de Cádiz, señalan que el producto ya se conocía en la primera mitad del siglo XX a donde alcanza su memoria. Su consumo se ubica, según estas mismas fuentes en diferentes puntos de la costa, por lo que se supone que era generalizado. De esta forma, Prudente Arjona, profundo conocedor de la narración de Rota, asegura que tenía que ver con un producto que se consumía habitualmente en la población durante la Posguerra. La gente la cogía y después las hacía fritas en sus casas. El producto, no obstante, no era frecuente en la hostelería. La empresa de Camacho frecuenta coger unos 50 kilos de ortiguillas cada día.