Para freírlas quítalas del agua y déjalas escurrir unos minutos en un colador o sobre papel cocina. Para el rebozado utiliza una mezcla de 90% harina para freír y 10% de harina de maíz. Al notar esos tentáculos gelatinosos, de colores rosáceos y verdes, bailando en el agua… puede que pienses que jamás de los jamases dejarás que se aproximen a tu boca. Asimismo se pueden consumir marinades en vinagre, pero fritas es cuanto más conservan el sabor y pierden el poder urticante que tienen en ocasiones. El riesgo para un sujeto también incrementa si él o ella fué picado varias veces por una o mucho más ortigas de mar. Es esencial recordar que las ortigas de mar no \’atacan\’ a los seres humanos.
Tienen que llevarlo a cabo con pericia para no pincharla y más que nada porque saben que si fallan la primera vez entonces se regresa más complicado liberarla. Es un ingrediente poco, bien difícil de localizar, y por eso se encuentra muy rara vez en nuestros mercados y sitios de comidas, más allá de que hay compañías que lo proveen en línea. En la pescadería, tiene un aspecto un tanto viscoso, pero realmente es todo una elegancia, puesto que tiene un gusto de mar muy pronunciado.
Usos De La Ortiga De Mar En La Cocina
Tal es el caso de la anémona de mar, un producto animal del que muchos desconocen, que se consume como marisco, siendo una delicia propia del sur de España y también Italia, que puede conseguirse de manera fácil en los chiringuitos de playa. No hay sur de España sin ortiguillas, y eso que en el norte también abundan en sus mares pero ¿Qué son precisamente y cómo se cocinan las ortiguillas? En el otro extremo tienen el llamado disco oral a través del que ingieren a sus presas, (pequeños peces y mariscos) que previamente han conseguido inmovilizar merced a sus tentáculos proveídos de células urticantes que paralizan a sus víctimas.
De forma cilíndrica, tiene unos 6 cm de prominente y 3 de ancho. Este alimento es muy apreciado en la gastronomía mediterránea, singularmente en el sur de España y de Italia, donde existen variedades de platos con este producto que llama la atención por su color y textura. Su carne es muy blandita y en el plato puede llegar a verse de color verdoso. Su aspecto es viscoso y puede que ciertos, a primera vista, rechacen probarla, pero, la verdad sea dicha, la ortiguilla de mar o la anémona tiene un sabor profundo a mar único y muy distinta a algún otro marisco. La ortiga de mar , asimismo famosa como anémona verde u ortiguilla, tiene unos largos tentáculos, de hasta 15 o más centímetros.
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La anémona verde acostumbra vivir a poca hondura, puesto que las algas con las que convive precisan mucha luz, si bien ha llegado a hallarse aun a 20 metros. Se adhiere a las a rocas y asimismo puede hallarse fijada a determinadas algas. Es muy recurrente en los charcos que deja la marea baja, pero nunca totalmente fuera del agua, en tanto que no soporta bien la desecación. Su cuerpo es de forma cilíndrica con unos 3 centímetros de diámetro, y que puede llegar a medir hasta 15 centímetros de prominente. Lo mucho más impresionante a fácil vista son sus largos tentáculos, que se mueven y oscilan con el fluído del agua del mar. Este mecanismo es usado por la ortiga de mar en el momento en que está en riesgo con un enorme depredador.
Estos tienen coloración variable que comunmente es marrón uniforme o de un bonito verde claro con las puntas rosadas, aunque tienen la posibilidad de darse otras tonalidades e incluso blanquear en los ejemplares que viven a mayores profundidades. Se nutren de pequeños pececillos o crustáceos que le confieren un gran sabor. Son un pequeño bocado muy apreciado que, inicialmente, nutría al pueblo liso. Era el sustento de muchos pescadores y familias ribereñas a lo largo de la posguerra, puesto que su textura y su potente gusto a mar, no era apreciado por la mayoría de la sociedad. No obstante, en los últimos años, su demanda se ha incrementado traspasando las fronteras provinciales y los hogares llegando a los restaurantes de más alta cocina. A la visión nos pueden ser extrañas pues son verdes y moradas con pequeños tentáculos que bailan pero la verdad es que son una delicia de textura cremosa y sabor fuerte.
El Resurgir De La Anémona
Se tienen la posibilidad de hacer arroces, ensaladas, magníficas tortillas al estilo Fismuler o pasta con salsa de ortiguillas al estilo La Piperna. En la mayoría de los casos, las ortiguillas son unas anémonas la mar de limpias, lo que hace que no perdamos nada de tiempo con ellas, y no necesitan más tratamiento que el escurrir un tanto el agua, cocinarlas y, más que nada, disfrutarlas. La ortiga de mar es una anémona marina del grupo de los celentéreos que se consume como marisco. A simple vista y para muchos semejan algas, pero en realidad es un animal. Estas algas necesitan mucha luz, de ahí que según la anémona va viviendo a mucho más profundidad su coloración empalidece y blanquea.
Poner el aceite en un cazo para confirmarnos de que cubre totalmente a las ortiguillas. Freír con el aceite muy ardiente para que se queden melosas por dentro y muy crujientes por fuera. 5) Para freírlas es perfecto pasarlas por una mezcla de harina para freír y harina de maíz, ésta última en des bajas en relación a la primera. 1) Las ortiguillas hay que conservarlas escasos días una vez que llegan a casa y lo ideal es tener un proveedor de mucha seguridad, yo se las compro a Ortiga de Mar que las manda a toda España en perfectas condiciones y de un calibre atómico. Las ortiguillas pueden reproducirse sexualmente, por bipartición o dando rincón a clones, o expulsando pólipos ahora formados por el orificio bucal. En el acuario las tenemos la posibilidad de alimentar con trozos de artemias, tal como trozos de mejillones, gambas y peces.
La Ortiga De Mar No Sólo Es Comestible, Sino Que Está Deliciosa
Aunque algunos tienen la posibilidad de tener inquietudes sobre si es un animal o una planta, la verdad es que forma parte al reino animal de la clase de los antozoos, al igual que los corales y las plumas de mar. Una explosión de gusto a mar en la boca, eso son las ortiguillas, unas anémonas que aceptan muchas preparaciones, pero que fritas es la forma más tradicional de comerlas. Como ya hemos adelantado, este alimento libera una substancia considerada un veneno urticante que la hace no apta para su consumo hasta pasar por un proceso que permita quitarlo.
Todo El Que Debes Entender Sobre La Ortiga De Mar
Aunque no es una clase conminada ni protegida, su pesca está regulada en Andalucía gracias a su interés gastronómico. Las ortigas de mar o Anemonia sulcata, son anémonas propias del mar Mediterráneo y del Océano Atlántico, aunque es más frecuente encontrarlas en las cálidas aguas del Mediterráneo. Como todas las anémonas de mar, las ortigas del mar son animales marinos, si bien su aspecto logre parecer el de una planta, ya que se pasan la mayoría del tiempo ancladas sobre las rocas del fondo del mar. No obstante, las ortiguillas una vez cocinadas son una delicia para el paladar. Rebozadas se transforman en cápsulas de interior cremoso que al morderlas eclosionan en un abanico de sabores a yodo, marisco y algas.