Curruca

Allí veremos a la curruca saltando de copa en copa, de arbusto en arbusto, y moviéndose de forma intranquiliza, sin parar solamente un instante, de rama en rama. Exactamente el mismo comportamiento muestran otras currucas, como la cabecinegra o la mosquitera. Cría en toda Europa y en el grupo de la Península Ibérica, donde se caracteriza por ser una de las aves más rebosantes a todos los escenarios, si bien en invierno se muestran en mayor número. Ello es de este modo por la llegada de multitud de ejemplares hacia finales de septiembre y en el mes de octubre, procedentes de otros puntos de Europa.

Emigran hacia el Sudeste en el otoño y los que proceden del occidente de exactamente la misma línea vuelan hacia el Sudoeste mediante Francia y la Península Ibérica. Esta división migradora queda bien probada por las recuperaciones de atricapilla y borin anilladas. Sin embargo, a diferencia de las capirotadas, también las currucas mosquiteras de Escandinavia emigran en clara dirección hacia el Sudoeste. Anilladas en Noruega, Suecia y Finlandia fueron recuperadas en su primer otoño en el centro de Iberia. La Curruca Capirotada es un pájaro incansable que muestra su presencia cantando regularmente y, en contraste a otras currucas, saliendo al descubierto con mucho más continuidad. Especie de campiña arbolada, no falta en espesos bosques siempre y cuando estos tengan una buena cobertura vegetal de matorral y zarzas.

Curruca

Hace aparición en también en pinares, jardines y parques con arbustos. Al acercarse a las hembras, los machos proponen un amplio repertorio de trinos. Es la suya, para resumir, toda una coreografía nupcial en la que despliega todas sus armas.

Ave pequeña (aprox. 13 cm) y esbelta, con plumaje de tonos grisáceos generalmente y un propio capirote negro. En las hembras los tonos del plumaje son mucho más pardos y el capirote es de color castaño. La curruca capirotada tiene nueve subespecies, de las cuales en España hay 4.

Aves

Bannerman sintetiza los datos que ya están sobre migraciones en Andalucía. Stenhouse apreció la migración en Andalucía desde el 25 de febrero. Para él ambos sexos viajaban juntos, dato que coincidía con la apreciación de Lynes, quien en el tercer mes del año observó paso de machos y hembras formando grupos independientes. En Baleares se puede ver bien el paso vernal en el tercer mes del año y abril.

En el sur de España se detectan aumentos numéricos durante los meses de septiembre a noviembre, correspondientes al movimiento de aves jóvenes en esa época posnupcial. Asimismo es habitual en Canarias, donde vive una subespecie diferente. La clase está en expansión, quizá por estar beneficiándose del abandono del campo y de la invasión del matorral. Explora 1.119 fotografías y también imágenes de depósito sobre curruca capirotada o realiza una nueva búsqueda para hallar mucho más fotografías e imágenes de stock. La Curruca Capirotada que se reproduce en Europa inverna relativamente en sus lugares de origen.

Tucker considera que la Curruca Capirotada tiene un canto bastante estereotipado y que las variantes particulares son pequeñas. Su duración no suele sobrepasar de 5 segundos y frecuentemente no pasa de 3 segundos. En plena reproducción en cada minuto puede cantar 5-6 ocasiones. Al comienzo de marzo y abril e inclusive en mayo el canto es más sostenido y dura entre 10 y 40 segundos (Tucker, segundos). Howard cree que la existencia de la hembra o el emparejamiento estropean la riqueza en notas del canto. De esta forma ha de ser, puesto que, una vez iniciada la reproducción y ubicadas las parejas en su territorio, los machos únicamente lanzan los silbidos y rara vez gorjean antes.

(sylvia Atricapilla)

El anillamiento todavía no ha demostrado si la población nativa se ve aumentada por currucas de procedencia extrapirenaica. Algún aumento en ciudades norteñas locales sí se nota, pero pudiese ser gracias a trashumancia invernal de atricapilla que habita alta montaña. En el resto de Iberia la existencia de currucas en el invierno es muy notorio en sitios donde están completamente ausentes en primavera. Los machos se distinguen bien de las hembras por tener una conducta mucho más vivaz y agresiva. Salen más al descubierto y vuelan con relativa frecuencia espacios libres mayores. Aunque se esconden con preferencia en matorrales y setos, también se pueden observar en las ramas de los árboles con mayor querencia por frutales y especies caducifolias.

Se realiza a través de censos cada un año en solo dos días cada invierno que efectúan los voluntarios con nivel medio de conocimiento en identificación de aves. Realmente es imposible ofrecer aquí una somera idea siquiera de la enorme variación del canto de Sylvia atricapilla que se nota de unas zonas a otras. En la región Cantábrica, mirlos y capirotadas muestran un patrón individual muy semejante en el momento de apreciar los cantos. Se alimenta de pequeños invertebrados y en otoño e invierno de bayas y gran variedad de frutos (moras, lentiscos, higos…). Es una especie forestal presente en bosques húmedos con abundante sotobosque, especialmente en encinares y quejigares.

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El pico de ambos mayores es negruzco con la mandíbula inferior gris pizarra. Por fortuna, sus ciudades no solo son estables, sino que parecen ir en alza en toda Europa. Está repartida por toda España, tanto en la Península como en ambos archipiélagos. El Catálogo Nacional de Especies Conminadas la incluye en la categoría “De interés especial”. Muy sonoro, el canto está constituido por una sucesión de estrofas cortas, traqueteantes y rápidas, con notas ásperas y estridentes. El reclamo, formado por un repetitivo tre-tre-tre, tra-tra-tra, resulta muy característico.

Nombre común de varias aves paseriformes de la familia muscicápidas. La curruca mirlona tiene un capirote negruzco que llega hasta bajo su ojo blanco; es ave estival que vive primordialmente en encinares. La curruca capirotada vive en bosques, arboledas, setos y sotos fluviales de toda Navarra; el macho tiene un capirote negro que le llega hasta el mojo y la hembra lo tiene cobrizo. La curruca cabecinegra tiene capirote negro hasta bajo del ojo, que es de color rojo; es muy escasa y bien difícil de detectar, ya que ocupa zonas de matorral espeso; está en la zona Media de Navarra.

Información

La puesta se compone de tres a seis huevos, de color pardo a rosado y finamente moteados, los que son incubados a lo largo de 13 días por los dos sexos. Los pollos, a los que cuidan y nutren los dos progenitores a lo largo de 12 o 13 días, alcanzan la independencia dos o tres semanas más tarde. Machos poseen el capirote negro, al paso que las hembras y los jóvenes lo tienen de color castaño. Curruca de mediano tamaño y parcialmente fornida, muy fácil de identificar por su distintivo capirote, negro en los machos y castaño en los jóvenes y las hembras. Emite un canto muy melodioso, que puede ser escuchado en muchas de nuestras florestas. Se distribuye de forma amplia por la Península, Baleares y Canarias, ocupando masas forestales frescas y húmedas, con abundante sotobosque.

Maluquer apunta su paso abundante por el Delta del Ebro donde, en años distintas, diversos ornitólogos observan y atrapan un óptimo número en el mes de abril. Hay visualizaciones exactamente en el mismo sitio desde marzo a mayo y probablemente la región sea un sencillo cuartel de invernada, pero Sylvia atricapilla no parece criar allí. Gran parte de la población nórdica es sedentaria, situación tanto mucho más acusada cuanto mucho más al Oeste. Las currucas que viven en bosques y campiña de alta montaña descienden en el invierno a escenarios inferiores y no se ha probado que sean migradoras. No es descabellado meditar que muchas sufran una corta dispersión invernal dentro de Iberia. La existencia de Sylvia atricapilla en los inviernos norteños, por duros que éstos sean, no es bien difícil de comprobar para cualquier observador, así como su abundacia.