A pesar de esto mucha gente sigue teniendo temor de dejar este hábito debido al aumento de peso. En cierta manera es verdad que cuando dejamos de fumar el metabolismo se desacelera debido a que la falta de nicotina en el cuerpo hace que la acumulación grasa sea mayor. Y a los pocos días de no fumar se está recuperando el gusto y olfato y muchos exfumadores vuelven a gozar de las comidas ya que todo lo que comen se les vuelve considerablemente más sabroso y como consecuencia, empiezan a comer más y es cuando se tiende a engordar. El temor a engordar es uno de los motivos más importantes para no intentar no fumar más y asimismo uno de los motivos mucho más frecuentes de recaída.
Para intentar atrás el tabaquismo puedes motivarte conociendo qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de inhalar humo y abandonas la nicotina. Te proporcionará las herramientas necesarias para controlar el agobio y la ansiedad que te provoque no fumar más y, lo que es más esencial, te va a ayudar a eludir que esa ansiedad se traduzca en un aumento de peso. Estos cambios, que se producen mientras nuestro cuerpo regresa a la normalidad de vivir sin los cigarrillos, muchas veces se traducen en un incremento de la ansiedad y del hambre. Los fumadores obesos que dejan el tabaco tienen siete veces mucho más probabilidades de perder peso en el momento en que lo dejan. En el momento en que dejamos de fumar nuestro cuerpo experimenta una secuencia de cambios, en su mayoría positivos.
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Ello acarrea, según se constata científicamente, un incremento del peso de entre 3 y 5 kilogramos de media, aunque para varias personas este aumento puede lograr los diez kilogramos y en un 20% de las situaciones estudiados, en cambio, no hay aumento de peso e inclusive adelgazan. De todas formas, este aumento se genera a lo largo de los primeros meses y alcanza a un máximo de un año, donde se detiene y se puede revertir con una nutrición sana y ejercicio. Fumar es malo para la salud, por eso dejar el tabaco y la adicción al cigarrillo tiende a ser bien difícil. Dejar de fumar tiene efectos muy positivos en tu cuerpo y que, a la larga, pueden evitar patologías como el cáncer.
Tras cinco años, el peligro de cáncer de garganta, esófago, boca y vejiga también reduce a la mitad. A mí asimismo me pasó algo similar, si bien no di margen a engordar los diez kg que dice María. Yo comencé a correr para bajar de peso hace 2 años y, a día de hoy, soy una runner avanzada que corre hasta medias maratones y me encanta. Dejé de fumar a los 35 años junto a pasar a alimentarme del lugar de comidas chino de bajo mi casa , comía el menú diario incluso a veces asimismo cenaba, el caso es que aumenté 42 kilogramos (no me pareció preocupante, en tanto que creía que lo bajaría en el momento en que quisiera).
¿cuándo Se Ven En El Cuerpo Los Resultados Positivos De No Fumar Más?
La disculpa de la báscula es, por tanto, de poco rigor para los expertos empeñados en que disminuya el número de fumadores. Como la especialista Justa Redondo, que presidirá el VIII Congreso Nacional de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo que se efectuará en unos días en Córdoba. Redondo acepta que dejar atrás el pitillo supone que se gane peso, si bien, eso sí, de forma coyuntural. La media que engordan la gente, calcula, da un giro cerca de los 2,5 kilogramos, los que mucho más por los que menos, pero esta ganancia de peso puede ser contrarrestada. El cigarro de la mañana por lavarte los dientes, el de después de comer por una pequeña caminata y el de después de cenar por una saludable manzana.
Lávate los dientes justo después de cada comida (cuando más gusta fumarse un cigarro). Nuestros sentidos del gusto y del olfato se despiertan de nuevo y hallan la comida todavía mucho más interesante. A ello hay que sumar la disminución de la aptitud olfativa y gustativa al bloquear los receptores de la nariz y el paladar, con lo que los alimentos nos resultan menos atractivos y comemos con menos apetito. Además de esto, la nicotina reduce las secreciones de la vesícula biliar para emulsionar las grasas y otros compuestos, con lo que disminuye todavía mucho más la eficacia en la asimilación de alimentos.
“Eso puede ser esencial, pero indudablemente es que van a mejorar todos sus parámetros de salud y de prevención, y no digamos si además están embarazadas”, apunta la experto. Ten en cuenta que los hijos de mamás fumadoras acostumbran a nacer con un importante déficit de peso, “aunque basta que se deje de fumar al comienzo de la gestación a fin de que el niño nazca con las mismas características que los de madres no fumadoras”. Apunta Redondo, además de esto, que la eliminación del tabaco a lo largo de la gestación puede prevenir el 5% de las muertes perinatales, un 20% de nacimientos con bajo peso y un 8% de casos de prematuridad. L problema llega por el hecho de que esta ingesta rara vez va dirigida hacia alimentos saludables.
El inconveniente se agudiza, pues se descubrió una inclinación entre jovenes, especialmente mujeres, que comienzan a fumar con la esperanza de perder peso, y asimismo está relacionado con trastornos alimentarios. En este caso el deporte vuelve a ser la solución, y es que es de las mejores válvulas de escape que hay, ya que los procesos de ansiedad terminan por acumular mucha presión en nuestro organismo que desemboca en estrés. Con la práctica deportiva eliminaremos gran parte de esta energía negativa, en tanto que el exceso de adrenalina que nos genera el agobio lo quemaremos al practicar ese deporte. Tras un par de días sin fumar, se empiezan a regenerar las terminaciones inquietas dañadas.
Resoluciones Para Terminar Con El Aumento De Peso Al Dejar De Fumar
Esto coincide con el hecho de que fumar afecta a la función de la tiroides, la glándula que controla, entre otras muchas cosas, el metabolismo. Hay menos casos de hipotiroidismo entre fumadores que entre no fumadores (el hipotiroidismo está caracterizado por una bajada del metabolismo basal, lo que frecuenta llevar a una ganancia de peso). Un año después de no fumar más, el peligro de enfermedad coronaria se rebaja a la mitad y optimización la energía.
Pero aunque habitualmente sucede,si se prosiguen unos simples procedimientos es muy simple evitar un incremento exagerado del peso cuando se deja de fumar. Aparte de los efectos indeseables que todos conocemos en relación con el cáncer o el riesgo cardiovascular, existe la oportunidad de exponerse a cambios en la nutrición. Sin embargo, cuando los niveles de nicotina en sangre son demasiado altos, esta liberación se inhibe medianamente, lo que hace que haya que acrecentar mucho más el nivel nicotínico para sostener el exitación, lo que transporta a la adicción. En este sentido, la nicotina, actúa sobre el cerebro de modo afín al azúcar. Como es lógico, en sepa de nicotina se produce un síndrome de abstinencia con ansiedad, malestar, etc. Otro punto que contribuye a que cojamos peso cuando dejamos de fumar es el aumento de la ansiedad.