Según los especialistas, en el caso de la mascarilla, los inconvenientes se generan debido a la oclusión, poca ventilación y la humedad que genera llevarla a lo largo de tanto tiempo. Y si el inconveniente es mayor y no somos capaces de llevar ningún género de máscara, entonces la solución sería evitar los espacios públicos cerrados, en tanto que es donde el contagio es mucho más simple. Necesitará un certificado médico que avale su inconveniente para eludir ser multado por la policía en aquellos territorios donde la mascarilla es obligatoria, aunque lo más importante es, por supuesto, prevenir el covid-19. Que los especialistas lleven un control de la evolución de la alergia es importante en pacientes que padecen esta afectación.
“Una alergia respiratoria puede comenzar con una rinitis, en la nariz, pero puede terminar en los bronquios y acabar con asma bronquial. Entonces, la enfermedad ya es de mayor importancia”, sentencia Cardona. Si dispone de aire acondicionado en la casa es conveniente usarlo por el hecho de que tienefiltrosque evitan que el polen se mantenga en el interior de la vivienda. Se pone cuando menos un año de régimen de prueba y si la vacuna está andando bien, se mantiene entre 3 y 5 años», aclara el especialista. «Curiosamente los pacientes se quejan de intensos síntomas conjuntivales, debido a que la mascarilla no protege la mucosa ocular»,coincide el experto de la SEAIC.
¿Por Qué Es Importante Prevenir Y Tratar Las Reacciones De La Piel A Las Mascarillas?
Admite que el régimen de estos problemas de la piel se complican al tener que llevar todavía durante un tiempo esas medidas de protección frente a la covid-19. El uso continuado de máscaras está ocasionando en algunas personas inconvenientes y erupciones en la piel, motivo de solicitud mas recurrente hoy en dia. Las limitaciones al movimiento, que tanto perjudican a sectores como el de la hostelería, podrían volver a ser, en cambio, positivas para los alérgicos si se sostienen esta primavera, según los expertos. “El hecho de no poder moverse a zonas más rurales, con más vegetación puede aliviar la intensidad de la rinoconjuntivitis alérgica por pólenes”, afirma la doctora Prat.
La forma más sencilla de contestar a esta situación es la utilización de una mascarilla acorde con las peculiaridades personales del usuario. “Es esencial que los pacientes que son alérgicos tomen medidas. Los médicos les tenemos la posibilidad de asistir con la medicación para calmar los síntomas y impedir que se desencadenen crisis de asma, así como tomar medidas de prevención”, agrega esta experto. En concreto, se calcula que entre un 70% y un 75% de los pacientes alérgicos al polen se hallaron “mejor” el año pasado, según indican desde el Servicio de Alergología del Hospital Vall d\’Hebron. En total, recopilaron información de 215 personas que emplearon mascarilla quirúrgica o FFP2 en el transcurso de un período de un par de semanas. La SEAIC aclara que las mascarillas FFP tienen una elevada capacidad de filtración y reducen hasta un 80 % las partículas de pólenes y polvo en aire aspirado.
¿las Máscaras Para Los Alérgicos Con Exactamente Las Mismas De La Covid-19?
Tras la aparición del polen del ciprés -que más allá de llegar en febrero los pacientes muy alérgicos ahora lo comenzaron a ver este año incluso antes-, este mes de marzo es el momento del polen de las gramíneas, platanero, parietaria y pino. En el mes de abril llegará el polen del olivo, muy presente por poner un ejemplo en algunas zonas del Empordà. “El polen de la parietaria, pese a ser primaveral, continúa hasta otoño, en contraste al resto, que hacia finales de junio y julio ahora acostumbran a ocultar”, aclara la doctora Prat. Y por lo que respecta a las polinizaciones invernales, este año fueron fuertes las del ciprés, fresno y aliso, según los datos de la Red Aerobiológica de Cataluña del ICTA-UAB, que miden los niveles de polen y esporas en la atmósfera de Catalunya. El de gramíneas, por servirnos de un ejemplo, tiene de 20 a 80 micras, y el de parietaria, muy abundante en Catalunya, de 13 a 19 micras.
Pero, en la mayoría de las situaciones, la solución a estos inconvenientes pasa, simplemente, por usar un tipo de máscara diferente. Fuentes de la Fundación De america de Asma y Alergia han explicado a Mel Magazine que aun las personas con asma moderada deberían poder utilizar máscaras. Para ellos, recomiendan las máscaras de algodón cien por cien, en tanto que suelen ser las mejores para pieles sensibles, si bien hay que recordar lavarlas siempre tras cada uso.
Las mascarillas recomendadas para pacientes alérgicos son las que poseen mayor aptitud de filtración y tienen que cambiar correctamente en la cara. Es un hecho que el uso de mascarillas, sobre todo las que tienen mayor poder de filtración, protege en frente de los diferentes alérgenos (pólenes, esporas de hongos, ácaros y epitelios de animales) y de esta manera lo han percibido los pacientes. Si usas mascarilla de algodón lávala al final de cada día, a fin de que tu piel siempre esté en contacto con una mascarilla limpia y se minimicen los peligros de reacciones. Puedes recurrir a jabones para piel delicada para disminuir los peligros de irritación y alergia.
Comienza la primavera y con ella los pacientes con alergia al polen acostumbran a afrontar su peor estación. Sin embargo, según los datos de la Sociedad Española de Alergología y también Inmunología Clínica , este año marcado por la pandemia la gente alérgicas podrían experimentar los síntomas de esta patología forma mucho más suave o moderada. La clave, según confirman los especialistas de los servicios de Alergología de los centros de salud del conjunto sanitario Ribera, está en la utilización obligatorio de la mascarilla, sobre todo en los espacios al aire libre.
Según el presidente de la sociedad valenciana de la AEDV, los problemas dermatológicos en la cara se producen más en mujeres que en hombres, mientras que el eccema de manos se observa prácticamente por igual en ambos sexos. La utilización continuado de las mascarillas pueden tener consecuencias no solo cutáneas sino más bien asimismo oftalmológicas. Estas reacciones alérgicas de las máscaras son provocadas por la hipersensibilidad de contacto o hipersensibilidad diferida a resinas y aditivos empleados; en el proceso de fabricación de la propia mascarilla. Además, las gomas de las mascarillas pueden ser susceptibles de ocasionar algún tipo de reacción cutánea debido al material de los mismos. En los pacientes alérgicos a los ácaros, a lo largo de los meses de confinamiento, al hallarse el alérgeno en los domicilios, “en general se agudizaron sus síntomas”, sobre todo a lo largo del confinamiento total, añade la doctora Prat.
“Abrir para ventilar solo un rato para eludir que el polen entre en el hogar”, añade por su lado la doctora Cardona. “La mascarilla que mucho más se aconseja en el caso de estimar protegernos de ácaros y pólenes es la FPP2, aparte de que da una protección mucho más eficiente frente al coronavirus. La mascarilla quirúrgica, al no sellar tan bien, deja el paso de sobra alérgenos”, apostilla esta especialista. VALÈNCIA. El uso popularizado de la mascarilla ya hace más de un año ha disminuido los contagios del SARS-COV-2 y de otras anomalías de la salud respiratorias, pero también tuvo incidencia directa en los pacientes que padecen algún tipo de alergia. Conversamos con la doctora Noelia Colomer, alergóloga de IMED Valencia, con la que repasamos la situación y evolución de las alergias respiratorias durante la pandemia y las ventajas del uso de las mascarillas en la reducción de los síntomas. En la situacion del eccema de manos, recomienda que «tras lavárselas se las sequen realmente bien, se pongan cremas que hidratan varias veces al día e intenten, dentro de lo viable, limitar el uso de geles alén de 10 veces cada día».
Un conjunto de estudiosos israelíes estudió cuánto cambiaban los síntomas de la gente con alergias leves, moderadas y graves al utilizar máscaras. Este género de mascarillas ofrecen cierta resistencia en el momento de inhalar el aire debido a su aptitud de filtración, molestia que se hace mucho más evidente en personas con dificultad respiratoria anterior. El hecho de llevar mascarilla no resguarda totalmente en oposición al contacto con los aeroalérgenos (ácaros, esporas de hongos, pólenes…), en tanto que no nos aíslan completamente del contacto con éstos.
Las máscaras FFP2 filtran un 92% de partículas superiores a 0,3 micras y, con la pinza nasal que llevan, se adaptan mejor a la anatomía de la cara. No obstante, el estudio remarca que el uso de mascarillas se puede asociar con una mejoría de los síntomas nasales, pero no con evitar la irritación de los ojos, que sigue estando vigente. Entre las 91 personas que tenían síntomas moderados, el 30 % mejoró en el momento en que utilizaron una mascarilla quirúrgica y esa cantidad se elevó al 40 % cuando empleaban una FFP2.
Un estudio de la Facultad de Toronto en 2007 reveló que ciertas máscaras N95 contenían etileno, urea- formaldehído, melamina-formaldehído, quaternium-15 y formaldehído. Se trata de elementos químicos que no deberían mostrarse en los modelos de protección, pero que se tienen la posibilidad de llegar a contaminar durante la fabricación. Sin embargo, se puede concluir que las alergias, y las distintas respuestas anatómicos son mínimas y pocas veces conlleva un inconveniente grave. De hecho, solo el 20% de los clientes muestra algún género de respuesta cutánea u oftalmológica.