Ajos Silvestres

También las hojas se pueden añadir tal cual, cortadas, a un guiso, un risotto, un salteado o una ensalada, o enriqueciendo salsas, tortillas y otras recetas con huevo. Son las hojas realmente la parte más conocida y popular, pero tanto el bulbo como los tallos o las flores se emplean en distintas recetas habituales, como sopas, guisos o ensaladas. El ajo de oso se lleva a cabo a partir de un bulbo más bien ajustado, del que medran finos largos tallos entre blancos y verdosos. Su parte mucho más identificable son las considerables hojas elípticas, de un color verde brillante, que suelen lograr los 20 centímetros de largo.

Simplemente tienes que tener precaución en ofrecer un suelo bien fértil y húmedo. Como se ha comentado, los recogidos de forma tardía son muy fibrosos y no gustan a todos por su textura. Su gusto, afín al de los ajetes o brotes de ajetes, es perfecto para combinarlo con salsas y platos fríos.

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La receta varía según el gusto de cada casa, logrando emplear esta planta completamente como base aromatizada, o combinándola con albaca. La elaboración sería exactamente la misma que un pesto tradicional, machacando o triturando las hojas con algún fruto seco, sal, aceite de oliva y queso. Con el furor que despiertan productos vegetales que nos llegan desde el otro lado de todo el mundo, el humilde y próximo ajo de oso se merece un mayor reconocimiento en nuestra gastronomía. También conocida por sus supuestas propiedades medicinales, su gran virtud radica en los usos culinarios que da, pues además de esta planta se aprovecha todo.

Las hojas de ajo silvestre fluyen cuando se frotan entre los dedos, un olor que recuerda mucho al ajo. La razón de esto radica en la abundancia de compuestos de azufre en el ajo silvestre. No obstante, en contraste al ajo, estos compuestos están más poderosamente unidos a las proteínas en el ajo silvestre. Es por eso que el ajo silvestre no deja un fuerte olor a ajo después de comer. La planta es simple de conseguir en los bosques de hojas caducas con sombra. Si no disfrutas pasear por el bosque, esta yerba asimismo puede cultivarse en el jardín.

Ajo Silvestre (allium Senescens)

Nace en bordes de caminos y campos de cultivo, entre el nivel del mar y los 2.000 m de altitud. Síguenos en Flipboard para conocer nuevas recetas, actualidad sobre nutrición y gastronomía y nuestras revistas llenas de ideas y recetas para todos.

Aporta un aroma muy fresco a quesos frescos y mantecosos, como el quark o el queso de untar, y es perfecto para elaborar una salsa de youghourt o llevar a cabo una mantequilla de hierbas. Según el plato, se pueden elaborar enteras, cortadas en tiras o juliana, troceadas o, de forma directa, muy picadas. Es un producto que se adapta de forma natural a los platos propios de cada país, creando variaciones de las recetas mucho más tradicionales. Como el ajo, el puerro o la cebolla, combina bien prácticamente con cualquier cosa. De la familia de las amarilidáceas, forma parte al género Allium, exactamente el mismo del ajo común, del puerro y de la cebolla, y de sus variedades. Son plantas bulbosas perennes caracterizadas por el olor fuerte que desprenden ya aun al natural en crudo, siendo su itensidad variable según cada clase.

El Ajo Silvestre: La Ciencia Asegura Su Efecto Positivo

La alicina de las hojas, un compuesto de azufre al que se asocian propiedades benficiosas, es asimismo la responsable de su aroma. Este es más profundo en el momento en que más fresca es la planta, y pierde características al someterse a altas temperaturas. Para apreciarlo en plenitud, lo mejor es añadirlo en el final de las cocciones o como aderezo en crudo. El curioso nombre del ajo de oso no le viene por su forma, sino por el hecho de que se dice que este animal se alimenta de la planta cuando lúcida del sopor invernal. Es un producto estacional, tan asociado para muchos a la cocina vernal como pueden serlo las fresas, las habas o los guisantes.

ajos silvestres

Esta planta perenne tiñe de verde zonas boscosas y campos de regiones húmedas, y es tremendamente popular en muchas cocinas del continente. Poco famosa en España, medra sin embargo asimismo en el norte de la península, especialmente en los bosques de Galicia, donde se puede recolectar silvestre. Las hojas verdes del ajo silvestre tienen características contra las bacterias y los hongos. El ajo silvestre se usa en la medicina herbal pues tiene un efecto positivo en la circulación sanguínea y evita la adhesión de las plaquetas. Planta bulbosa, de bulbo más o menos esférico rodeado por una túnica membranosa y rodeado de varios bulbillos pequeños mucho más. Del bulbo van las hojas, llanas, de margen algo dentado y envainando al tallo.

La Planta

Las flores, hermafroditas, con 6 estambres, son muy pequeñas, y los pétalos (tépalos más adecuadamente en este caso) de color rosado o purpúreo, tienen un nervio medio verdoso. El ajo silvestre es una planta medicinal la que usaron ya los germanos y los celtas. Según distintas fuentes históricas, los celtas en Gales veneraban el ajo de tal modo, que se lo comieron siempre antes de salir a la guerra. El ajo silvestre es una planta con muchas propiedades positivas, y prácticamente no tiene efectos secundarios.

En la mitología se estimaba que el ajo silvestre asiste para expeler vampiros y de protegerse de brujas y serpientes. Se creía también que una sopa de ajo silvestre mantenía a los espíritus malignos alejados. En consecuencia se usaba como instrumento en los rituales del exorcismo para despedir a los demonios. Aun en los asentamientos neolíticos en los Alpes estaban restos de ajo silvestre.